parís

nos imaginé besándonos en el canal de saint martin,
con los pies colgando sobre el agua,
y después de hojear un libro qualquiera
de arte,
de un arte cualquiera que no hablara de amor,
ni de paredes políticas,
y eso que sola
ando más rápido.
nos imaginé tumbados en la hierba de los amantes,
en el jardín de luxembourg,
con la espalda humedecida,
luego de contarnos chistes malos,
esos que sólo entendemos nosotros,
y que a veces
no son más que una palabra,
y eso que sola
duermo más profundo.
nos imaginé callados frente a un café de cinco euros,
en una esquina, también qualquiera, de la rue de rennes,
existen los cafés a cinco euros,
y la gente deambulando sus soledades,
con esa prisa medio violenta
que sólo ellos entienden,
y eso que sola
la sed pasa más rápida.
nos imaginé
y dejé de imaginarnos
porque en parís los días son demasiado largos
como para estar echando de menos.